martes, 9 de febrero de 2010

Blancos paisajes, contaminación indirecta

Los blancos paisajes nevados suelen ir acompañados de camiones esparciendo millones de toneladas de sal para hacer transitables calles y carreteras. La sal común es el compuesto más empleado por su eficacia y su bajo precio. En países con intensas nevadas su uso se ha prohibido o restringido por los perjuicios al medio ambiente, coches o infraestructuras. En Alemania los coches tiene las chapas destrozadas a los cuatro o cinco años, algo parecido a lo que ocurre en España en las zonas costeras.

La sal produce daños por oxidación en las chapas de los vehículos. Tomás Torres catedrático de química orgánica de la Universidad Autónoma de Madrid añade que "la sal inhibe la absorción de agua por las plantas, que se puede salinizar y alterar los flujos de los ríos".

Existen alternativas, de mayor coste por el momento: el acetato de calcio y magnesio, arenas y gravillas, productos agrícolas residuales o la urea, que se emplea en los aeropuertos para evitar el efecto de la sal sobre los aviones. En España además del cloruro sódico se utiliza la salmuera (solución de sal y agua) que actúa más rápido y es efectiva en menores cantidades.

Los técnicos inciden en que las cantidades empleadas no son preocupantes, pero Ecologistas en Acción denuncia que si daña la naturaleza, "en el Puerto de Navacerada se ven árboles secos al lado de la carretera y es debido a la sal"...."después acaba en acuíferos por lo que también perjudica a la fauna y podría acabar afectando al uso doméstico".

Juan José Vaquero, titular de química orgánica de la Universidad de Alcalá de Henares afirma: "El efecto de la sal es transitorio porque acaba siendo arrastrada y diluida por el agua de lluvia".
Tomás Torres opina que en España las escasas nevadas no han generado debate sobre el tema. Para él, la mejor opción es "la salmuera mezclada con arena, lo más utilizado en países como Estados Unidos o Canadá."

El PAÍS, viernes 16 de enero de 2009